RESOLVER LA SENSIBILIDAD DENTAL CON CARILLAS DENTALES
Resolver la sensibilidad dental con carillas dentales. Suarez Solís, Clínica Dental Avilés
La sensibilidad dental puede variar mucho de una persona a otra. Algunos solo sienten una molestia leve muy ocasional cuando toman bebidas muy frías o muy calientes.
La gran mayoría de personas que se encuentran en esta situación son capaces de vivir con este nivel de incomodidad puntual y no hacen nada al respecto. Sin embargo, incluso la sensibilidad más leve debe ser examinada por un dentista, ya que puede indicar las primeras etapas de la erosión del esmalte o un diente agrietado. Incluso si no se realiza un tratamiento en esta fase, tu dentista puede ofrecerte consejos sobre la dieta y la limpieza para que el ritmo de la erosión sea, al menos, más lento.
Una inmensa parte de las personas que padecen sensibilidad la pasan por alto, pero para otros esto no es una opción.
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Sensibilidad dental dolorosa
Para algunos pacientes, los dientes sensibles puede ser algo más que “incómodos”, y pueden causarles un dolor considerable. En algunos casos, esto puede desencadenarse incluso con bebidas ligeramente calientes o frías, e incluso el propio aire fresco puede hacer que salir a la calle sea todo un reto.
En esta etapa, a menudo es demasiado tarde para hacer algo para aliviar o corregir el problema a través de medios preventivos como cambios en la dieta y regímenes de limpieza. Sin embargo, la intervención de nuestro equipo dental puede suponer una diferencia radical en la calidad de vida de estos pacientes mediante el uso de carillas dentales de porcelana.
¿Por qué son necesarias las carillas?
Nuestros dientes están formados por varias capas. La capa externa está hecha de esmalte, un material muy duro y no poroso. Aunque el esmalte de nuestros dientes puede soportar mucha presión antes de agrietarse, puede debilitarse por el consumo de demasiados alimentos y bebidas ácidas.
Una dieta “natural” contendría sin duda estos ácidos en forma de cítricos, por ejemplo. Sin embargo, esto no sería un problema importante, ya que el esmalte de nuestros dientes se regenera si le damos el tiempo suficiente. Por desgracia, en la actualidad consumimos muchos más alimentos y bebidas ácidas, no sólo en forma de cítricos, sino también en refrescos y muchas otras bebidas con alto contenido en azúcar, además de los alimentos azucarados que ingerimos. Si a esto le añadimos que cada vez tendemos a picar más en lugar de hacer tres comidas principales, el esmalte de nuestros dientes simplemente no tiene tiempo de remineralizarse, y se va desgastando poco a poco.
Sustitución del esmalte dental
Cuando el esmalte de los dientes se ha desgastado hasta el punto de sufrir molestias regularmente, es el momento de hacer algo al respecto. En Suarez Solís creemos que una de las mejores maneras de lograr esto es considerar el uso de carillas de porcelana. Las carillas de composite también están disponibles y sirven para el mismo propósito. Sin embargo, están hechas de un material más poroso y es probable que se manchen más rápidamente. También tienen un vida útil más corta, ya que el material compuesto es menos duradero.
Las carillas dentales, en efecto, sustituyen la superficie frontal de los dientes delanteros. Esta es la zona más propensa a sufrir la erosión del esmalte, ya que las bebidas ácidas, etc., pasan por encima de ellos. Reemplazar el esmalte en esta zona con una carilla de porcelana ayudará a proteger los dientes de la sensibilidad al frío y al calor. Para ello, es necesario realizar un tratamiento.
Colocación de una carilla de porcelana
Para que las carillas tengan un aspecto y tacto naturales, no podemos simplemente pegarlos sobre el esmalte del propio diente. En primer lugar, es necesario eliminar una fina capa de esmalte en los dientes que se quiera tratar. Se trata de un procedimiento sencillo que se realiza con anestesia local para minimizar las molestias. Una vez hecho esto, se toman impresiones de los dientes y se fabrican las carillas en un laboratorio dental. Mientras tanto, se colocan carillas provisionales para proteger los dientes mientras que se fabrican las carillas definitivas. Este proceso suele durar una semana.
Cuando las carillas lleguen a la clínica, concertaremos una cita para colocarlas. Para ello, retiramos las carillas temporales y colocamos las nuevas de porcelana con un adhesivo dental. Se trata de un potente adhesivo que debería mantener las carillas seguras durante unos 10 años, siempre se que cuiden adecuadamente. Por último, recortaremos y puliremos las nuevas carillas para que tengan un aspecto completamente natural.
Una sonrisa más brillante
Además de sus propiedades protectoras, las carillas también se usan a menudo para mejorar el aspecto de los dientes muy manchados. Por lo tanto, si se necesita colocar las carillas por motivos de sensibilidad, se puede aprovechar los beneficios estéticos del procedimiento.