10 cosas que debes saber sobre los dientes de tu bebé
10 cosas que debes saber sobre los dientes de tu bebé. Suárez Solís, tus especialistas en Odontopediatría Avilés
La salud bucodental es una parte esencial del bienestar general de nuestros hijos. Desde el momento en que asoma el primer diente, comienza un viaje lleno de descubrimientos, cuidados y, por supuesto, sonrisas. Como padres, nos enfrentamos al reto de guiar a nuestros pequeños a través de este camino, asegurándonos de que cada paso esté marcado por decisiones saludables y hábitos positivos. En este artículo, exploraremos consejos y prácticas que te ayudarán a cuidar los dientes de tu bebé.
Tabla de contenidos
La dentición comienza alrededor de los 6 meses
Ser padres es una aventura constante. Justo cuando piensas que estás adaptándote a la rutina con tu pequeño, aparecen los primeros signos de dentición. Por lo general, esto ocurre alrededor de los 6 meses, pero cada bebé tiene su propio ritmo y algunos pueden empezar un poco antes o después.
Durante esta fase, es probable que tu bebé esté un poco más inquieto de lo habitual. Puede que babeen más, se lleven todo a la boca o tengan las mejillas un poco rojas. Es natural que algunas noches se sientan incómodos y se despierten. El proceso de que un diente emerja a través de las encías puede ser bastante incómodo para ellos.
Para ayudar a aliviar a tu pequeño, los mordedores fríos son una buena opción. Al estar fríos, ayudan a calmar el dolor y la inflamación. También puedes intentar masajear suavemente sus encías con tu dedo limpio, lo que puede ofrecerles cierto alivio.
Este es solo uno de los muchos momentos en el viaje de ser padres. Aunque puede parecer un desafío ahora, es solo una fase y pronto tu bebé tendrá una sonrisa llena de dientes.
La erupción de los primeros dientes de tu bebé
Si estás observando de cerca la boca de tu pequeño, es probable que el primer diente que veas asomar sea uno de los incisivos centrales inferiores. Es como una pequeña perla blanca que emerge lentamente, y suele ser el protagonista de las primeras sonrisas dentadas. Aunque cada bebé es único y tiene su propio ritmo, este dientecito suele hacer su debut alrededor de los 6 a 10 meses.
Después de este primer diente, es común que los incisivos centrales superiores decidan unirse a la fiesta. Y así, poco a poco, la boca de tu bebé se irá llenando de dientes en un orden más o menos predecible. Pero no te preocupes si tu pequeño no sigue el “calendario dental” al pie de la letra; algunos bebés pueden tener su primer diente a los 4 meses, mientras que otros podrían esperar hasta después de su primer cumpleaños.
Lo más importante es mantener una buena higiene bucal desde el principio y estar atentos a cualquier signo de molestia. Y, por supuesto, celebrar cada nuevo diente como el hito especial que es.
Debes limpiar las encías de tu bebé antes de que salga su primer diente
Aunque pueda parecer que la higiene bucal comienza con el primer diente, la realidad es que empieza mucho antes. Las encías de tu bebé, ese suave y rosado terreno donde pronto brotarán los dientes, necesitan cariño y atención desde el principio. Aunque no lo veas, las encías pueden albergar bacterias que, si no se controlan, podrían afectar los dientes cuando empiecen a salir.
Una buena práctica es limpiar suavemente las encías de tu pequeño después de cada alimentación. No necesitas ningún equipo especial para esto: un paño suave y húmedo o una gasa es suficiente. Solo envuelve el paño o la gasa alrededor de tu dedo y pasa suavemente por las encías del bebé. Este sencillo gesto no solo mantiene limpias las encías, sino que también prepara a tu bebé para la rutina del cepillado cuando esos primeros dientes finalmente asomen.
Y sí, puede que al principio tu bebé mire con curiosidad o incluso se ría mientras limpias sus encías. Pero con el tiempo, se acostumbrará y apreciará esos momentos de cuidado y conexión contigo.
Comienza a cepillar los dientes de tu bebé tan pronto como salgan
Cuando esos primeros dientes de tu bebé comienzan a asomar, es el momento perfecto para introducirlo al mundo del cepillado. Aunque al principio pueda parecer extraño para ambos, con el tiempo se convertirá en una rutina que tu bebé esperará con entusiasmo.
Para empezar, no necesitas una gran cantidad de pasta dental. Una cantidad del tamaño de un grano de arroz es suficiente. Y en cuanto al cepillo, hay cepillos diseñados especialmente para bebés con cerdas suaves que son amables con sus delicadas encías y dientes emergentes. Estos cepillos suelen tener mangos fáciles de agarrar, perfectos para esas manitas curiosas que quieren “hacerlo solos”.
Al principio, el cepillado puede ser más un juego que una rutina de higiene. Y está bien. Lo importante es que tu bebé se familiarice con la sensación del cepillo en su boca y asocie el cepillado con algo positivo. Con paciencia y constancia, pronto tu pequeño aprenderá la importancia de cuidar sus dientes y disfrutará de esos momentos de cepillado contigo.
Evita acostar a tu bebé con un biberón
Es un ritual común y comprensible: darle a tu bebé un biberón para ayudarle a conciliar el sueño. Sin embargo, este hábito aparentemente inocente puede tener consecuencias no deseadas para los dientes de tu bebé. Cuando tu pequeño se queda dormido con el biberón en la boca, los líquidos, especialmente aquellos con azúcar como la leche o el jugo, pueden quedarse en sus dientes durante horas. Esto crea un ambiente perfecto para las bacterias, que se alimentan del azúcar y producen ácidos que pueden dañar el esmalte dental.
Este daño al esmalte puede llevar a lo que se conoce como “caries del biberón”, que es básicamente la aparición de caries en los dientes de leche debido a la exposición prolongada a líquidos azucarados. Las caries no solo pueden ser dolorosas, sino que también pueden afectar la salud de los dientes permanentes que aún están por salir.
Para evitar esto, es recomendable que, si tu bebé necesita un biberón para dormir, este contenga solo agua. Además, intenta establecer una rutina de limpieza dental antes de acostar a tu bebé, incluso si solo tiene unos pocos dientes. Unas pocas pasadas suaves con un cepillo o un paño húmedo pueden hacer maravillas para mantener esos dientecitos limpios y saludables.
Limita las bebidas y snacks azucarados
Todos sabemos lo mucho que a los pequeños les puede gustar ese jugo dulce o ese snack azucarado. Y, de vez en cuando, no hay problema en dárselos. Sin embargo, es importante ser conscientes de cuánto y con qué frecuencia se los ofrecemos. El azúcar tiene una forma astuta de adherirse a los dientes, y cuando lo hace, invita a las bacterias a una fiesta. Estas bacterias se alimentan del azúcar y, al hacerlo, producen ácidos que pueden dañar el esmalte de los dientes de tu bebé.
Por eso, es una buena idea limitar las bebidas y snacks azucarados en la dieta de tu pequeño. En lugar de jugos, el agua es una excelente opción para mantenerlos hidratados. Y si buscas snacks, hay muchas alternativas saludables y deliciosas que no están cargadas de azúcares, como trozos de frutas o galletas integrales.
Recuerda, no se trata de prohibir completamente los dulces o las bebidas azucaradas, sino de encontrar un equilibrio y asegurarse de que la mayor parte de lo que consume tu bebé sea beneficioso para su salud dental y general.
Introduce alimentos saludables temprano
Desde esos primeros purés hasta las pequeñas porciones de comida en su plato, lo que tu bebé come juega un papel crucial en su salud dental y general. Introducir alimentos saludables desde una edad temprana es una inversión en su bienestar. No solo estamos hablando de dientes fuertes y encías saludables, sino también de establecer hábitos alimenticios que le beneficiarán durante toda su vida.
Las frutas y verduras, por ejemplo, no solo son bajas en azúcares que pueden causar caries, sino que también están llenas de vitaminas y minerales esenciales. Los granos enteros, por su parte, son una excelente fuente de energía y fibra. Y lo mejor de todo es que hay tantas opciones deliciosas y formas creativas de preparar estos alimentos que tu bebé no se perderá esos snacks azucarados.
Es cierto que al principio puede haber resistencia. Es normal que los bebés sean cautelosos o incluso reacios a probar sabores y texturas nuevos. Pero con paciencia, repetición y un poco de creatividad en la cocina, pronto descubrirás que tu pequeño desarrolla un gusto por alimentos que son tan buenos para su paladar como para sus dientes.
Lleva a tu bebé al dentista temprano
Aunque pueda parecer pronto, llevar a tu bebé al dentista alrededor de su primer año o cuando asome su primer diente es una recomendación que muchos expertos hacen. Esta primera visita es más que solo una revisión dental; es una introducción al mundo del cuidado dental y una oportunidad para establecer una relación positiva entre tu pequeño y el dentista.
En esta primera cita, el dentista revisará suavemente la boca de tu bebé para asegurarse de que todo esté desarrollándose correctamente. También es un momento perfecto para hacer cualquier pregunta que tengas sobre la higiene bucal de tu bebé, desde cómo cepillar esos primeros dientes hasta cómo manejar las molestias de la dentición.
Para tu bebé, esta visita es una oportunidad para familiarizarse con el entorno del consultorio dental. Los sonidos, las luces y las nuevas caras pueden ser un poco abrumadores al principio, pero con un enfoque amigable y paciente, el dentista y su equipo harán todo lo posible para que tu pequeño se sienta cómodo y seguro.
Al establecer una relación temprana con el dentista, estás sentando las bases para una vida de salud dental para tu bebé. Y con visitas regulares, te asegurarás de que esos dientes crezcan fuertes y saludables.
Enseña buenos hábitos de higiene oral a tu bebé
La higiene bucal es una de esas cosas que, cuando se establece temprano, puede convertirse en una segunda naturaleza para tu bebé. Imagina que esos momentos después del desayuno y antes de acostarse se convierten en pequeños rituales, donde el cepillo de dientes juega el papel principal.
Desde el primer diente, enseñar a tu bebé a cepillarse dos veces al día es fundamental. Al principio, tú serás el encargado de hacerlo, utilizando un cepillo suave y una pequeña cantidad de pasta dental. Pero a medida que tu pequeño crezca y quiera ser más independiente, puedes enseñarle a hacerlo por sí mismo, siempre bajo tu supervisión.
El uso del hilo dental es otro hábito que, aunque pueda parecer avanzado para un bebé, es bueno introducir tan pronto como haya dos dientes que se toquen. Al principio, puedes hacerlo por él, pero con el tiempo, y con tu guía, aprenderá a usarlo correctamente.
Estos hábitos, aunque simples, son la base de una buena salud dental. Y lo más importante es que, al establecerlos desde temprano, estás ayudando a tu bebé a verlos no como tareas, sino como parte normal de su día a día.
El impacto del dedo y el chupete en la salud dental
Es una imagen tierna: un bebé chupándose el dedo o aferrado a su chupete mientras se adentra en el mundo de los sueños. Estos hábitos son completamente normales y ofrecen consuelo a muchos niños durante sus primeros años. Sin embargo, si continúan más allá de cierta edad, podrían tener implicaciones en la salud dental de tu pequeño.
Chuparse el dedo o usar el chupete durante mucho tiempo, especialmente después de los 3 años, puede afectar la forma en que crecen los dientes y la mandíbula. Esto podría llevar a problemas dentales como mordida abierta o dientes torcidos, que podrían requerir tratamiento ortodóntico en el futuro.
Si te preocupa que tu hijo esté demasiado apegado a estos hábitos, hay varias estrategias que puedes probar. Desde ofrecer recompensas por no hacerlo hasta hablar con él sobre por qué es importante dejarlo. En algunos casos, puede ser útil consultar a un dentista o pediatra para obtener consejos y estrategias específicas.
Lo más importante es abordar el tema con comprensión y paciencia. Después de todo, para tu bebé, estos hábitos son una fuente de consuelo, y dejarlos puede ser un gran paso.
Cuidar hoy para sonreír mañana
La salud dental de nuestros pequeños es un reflejo de los cuidados y hábitos que establecemos desde sus primeros días. Cada sonrisa, cada risa y cada nuevo diente son momentos que celebramos en su crecimiento. Pero también son recordatorios de la responsabilidad que tenemos como padres de garantizar que esos momentos estén llenos de salud y felicidad.
Es cierto que la paternidad viene con desafíos, y la salud dental no es la excepción. Sin embargo, con información, dedicación y amor, podemos guiar a nuestros hijos hacia una vida de sonrisas saludables. Porque cada diente, cada encía y cada boca son parte de la historia que nuestros hijos escriben día a día. Y nuestra tarea es asegurarnos de que esa historia esté llena de momentos brillantes y sonrisas deslumbrantes.
En la clínica dental Suárez Solís, entendemos la importancia de cuidar la salud bucodental desde los primeros años de vida. Nuestro compromiso va más allá de ofrecer tratamientos; nos dedicamos a acompañar a cada familia en el viaje de crecimiento de sus pequeños. Con un equipo especializado en odontopediatría en Aviles, brindamos atención personalizada y profesional para asegurar que las sonrisas de los más jóvenes estén en las mejores manos. Porque en Suárez Solís, creemos que una sonrisa saludable es el inicio de un futuro brillante.
Bibliografía:
- Nationwide Children’s Hospital: Dental: Teeth and Gum Care for Infants and Toddlers
- New York State Department of Health: Infant and Children’s Oral Health – Birth to 5 years of age
- Nemours KidsHealth: How Do I Care for My Baby’s Teeth?
- Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Children’s Oral Health | Basics